La negociación es un arte antiguo que también aplica en el mundo contemporáneo de las bienes raíces. Negociar el precio de una casa puede ser una tarea compleja, pero con la estrategia adecuada y la información correcta, puedes aumentar tus posibilidades de lograr el trato que buscas.
Conoce el mercado
Infórmate antes de tomar decisiones. El primer paso para negociar el precio de una casa es investigar el mercado inmobiliario local para hablar con conocimiento de causa. Indaga los precios promedio de las casas en la zona donde estás buscando. Consulta sitios web, pregunta por anuncios que veas en la calle, dale seguimiento a las propiedades y no dudes en preguntar a tu gente conocida de esos rumbos.
Establece un presupuesto
Haz un cálculo detallado y realista que contemple tus ingresos, tus egresos y tus posibles préstamos hipotecarios. Ten un margen de más por si se descompone el coche, hay que cambiar la computadora o recibir algún tratamiento médico. No olvides considerar los costos adicionales, como impuestos, seguros y gastos de cierre. Todo esto te ayudará a evitar gastar más de lo que puedes permitirte y te dará una base sólida para las negociaciones. Tener un presupuesto claro te ayudará a evitar ofertas impulsivas que pueden ponerte en situaciones de riesgo.
Comprende la motivación del vendedor
En cualquier tipo de negociación es importante conocer a la otra parte y entender a fondo qué la mueve. Algunos vendedores pueden estar dispuestos a bajar el precio si necesitan vender la propiedad rápidamente debido a circunstancias personales o financieras. Por otro lado, un vendedor que no está bajo presión puede ser menos flexible en el precio. Pregunta a tu agente inmobiliario sobre la situación del vendedor y utiliza esta información para adaptar tu enfoque de negociación.
Haz una oferta razonable
Puedes empezar por poner una oferta sobre la mesa que no sea tu precio límite más alto pero que tampoco sea tan baja para espantar al vendedor o hacerlo pensar que no eres un comprador serio. Cuando encuentres una casa que te interese, la clave está en hacer una oferta razonable. Con algo de suerte, lograrás cerrar el trato al primer intento y sin necesidad de asfixiar tu economía. Y en caso de que no, todavía tendrás un margen para negociar sin rebasar el presupuesto establecido.
Prepárate para negociar
La negociación es un proceso complejo en el que ambas partes intentan obtener lo que desean. Prepárate para la negociación estableciendo límites que no estás dispuesto a rebasar; escuchando atentamente no sólo lo dicho sino lo entredicho por el vendedor; manteniendo calma si las cosas se calientan y flexibilidad si la situación se acerca a un callejón sin salida; no sucumbas a las estrategias de negociación del vendedor, no te precipites ni tomes decisiones impulsivas.
Haz una inspección y solicita arreglos
No todo se trata de pactar números y fechas. Durante la negociación, es habitual solicitar inspecciones de la casa. Si una inspección revela problemas significativos, puedes usar esto como argumento para negociar un precio más bajo. También puedes solicitar que el vendedor realice ciertas reparaciones antes de cerrar la venta. Esto puede ser una forma efectiva de mejorar tu posición cuando se pongan las cartas sobre la mesa.
Estudia todos los términos de la oferta
Además del precio de compra, hay otros detalles de la oferta que puedes negociar, por ejemplo, fechas de cierre, condiciones de financiamiento, la inclusión de minucias como pudieran ser las cortinaso, o las ya mencionadas reparaciones o remodelaciones.
Mantente en comunicación
Sé abierto y sincero con la forma en que te comunicas durante la negociación. Hay varias formas en que la transacción pudiera perderse por falta de comunicación. Compórtate de manera respetuosa y profesional. Busca el acompañamiento de un agente inmobiliario. Muestra lo mejor de ti, pues a veces las propiedades tienen mucho significado para quien vende su casa y las consideraciones personales pueden entrar en juego. Por si las dudas, asegúrate de que todas las conversaciones se documenten por escrito para evitar posibles confusiones y malentendidos.
Retírate si es necesario
No olvides que la otra persona también puede tener su propia técnica para negociar el precio de su casa. Si las negociaciones no avanzan como esperabas, si algo te genera desconfianza, si sientes que el estado de conservación de la casa no concuerda con el precio o que no estás obteniendo un buen trato, no tengas miedo de retirarte. A veces, salirse de una negociación puede ser la mejor decisión si el vendedor no está dispuesto a comprometerse en un precio que sea aceptable para ti. Además, puede ser en sí misma una táctica que termine por bajar el precio.
Asesórate con un abogado
En algunas situaciones, especialmente en transacciones complicadas, cuando hay peculiaridades legales, puede ser útil consultar con un abogado inmobiliario. Él podrá revisar el contrato y brindarte asesoramiento legal para asegurarte de que estás protegido durante todo el proceso de compra.
Negociar el precio de una casa es una habilidad importante que puede ahorrarte dinero en una de las inversiones más grandes de tu vida. Recuerda que la negociación es un proceso en el que ambas partes deben sentirse satisfechas, por lo que busca un equilibrio justo que sea beneficioso para ti y para el vendedor. ¡Mucha suerte en tu próxima negociación
