CÓMO ELABORAR UN CONTRATO DE RENTA PERFECTO

Si te encuentras en este artículo es porque probablemente te llegó el momento. Sea por decisión o porque las circunstancias te orillaron a ello, te dispones a rentar tu querida casa o departamento. Por un lado, puede ser muy emocionante; por otro, seguramente te preocupa proteger tu patrimonio. Para tales efectos, el contrato de arrendamiento será la columna vertebral que sustenta la relación entre tú, el arrendador, y el arrendatario. Un contrato bien redactado no sólo protege los intereses de ambas partes, sino que también establece las bases para una convivencia pacífica y mutuamente beneficiosa. Es decir, si lo haces bien, debiera de tratarse de una negociación de ganar-ganar. Sin embargo, redactar el contrato de renta perfecto puede parecer una tarea abrumadora para muchos. ¿Qué necesitas saber al respecto? ¿Qué cláusulas incluir? ¿Cómo anticiparse a posibles conflictos? 

1. Ponte al día con las leyes
Antes de empezar a redactar el contrato, haz una investigación actualizada del estado actual de leyes y regulaciones locales sobre alquileres. Si bien es cierto que muchas leyes permanecerán iguales a como las recuerdes, también es cierto que pudieran haber pequeñas pero significativas modificaciones. Esto puede incluir cambios relacionados con depósitos de seguridad, mantenimiento de  la propiedad, derechos y responsabilidades del arrendador y el arrendatario. Busca el acompañamiento de los mejores asesores inmobiliarios o consulta con un abogado especializado si es necesario.

2. Define con claridad las partes involucradas
Ultimadamente, el contrato es un acuerdo legal entre dos personas. Por lo tanto, todo contrato debe comenzar con la identificación clara y precisa de las partes involucradas: el arrendador y el arrendatario. Asegúrate de incluir los nombres completos y direcciones de ambas partes, así como cualquier información adicional relevante, como números de teléfono, direcciones de correo electrónico y una identificación oficial adjunta.

3. Precisa los tiempos de renta
Ahora, lo básico: describe con cuidado y a detalle los términos del arrendamiento en referencia a los tiempos, es decir, contempla la duración del contrato, la fecha de inicio y fin del arrendamiento, y cualquier disposición sobre la renovación del contrato.

4. Establece las condiciones de pago
Define claramente cuál será el costo de la mensualidad, el pago de depósito y cualquier penalidad monetaria por pagos atrasados o daños a la propiedad. Asimismo, no olvides especificar cómo se realizarán los pagos (mediante transferencia bancaria, retiro sin tarjeta, cheque o efectivo).

5. Detalla las responsabilidades de cada parte
En la atención a los detalles se encuentra la clave para elaborar un acuerdo justo que proteja a ambas partes. El contrato debe enumerar las responsabilidades del arrendador y del arrendatario. Con esto nos referimos al mantenimiento de la propiedad, el pago de servicios públicos, la reparación de averías, cuestiones de mobiliario, si es que fuera el caso, etc. Es importante ser lo más específico posible para evitar cualquier posible malentendido a futuro.

6. Pacta las reglas de convivencia

como hacer contrato arrendamiento
Algunos propietarios no se preocupan por este punto, sin embargo existen otros que han tenido malas experiencias y prefieren ser quisquillosos con ello. Las reglas de convivencias se refieren a disposiciones sobre el uso de la propiedad, el número máximo de ocupantes permitidos, las restricciones sobre mascotas, el ruido, el estacionamiento, la organización de fiestas, entre otros aspectos. Estas reglas ayudarán a garantizar una convivencia armoniosa no sólo entre el arrendador y el arrendatario, sino también con los vecinos.

7. Protege los derechos del arrendador
Si bien es cierto que la mayoría de los arrendatarios son confiables, que son inusuales los problemas con el contrato de arrendamiento, también es cierto que llegan a suceder historias de terror. Por lo tanto, asegúrate de que el contrato proteja tus derechos de arrendador, como el derecho de inspeccionar la propiedad periódicamente, el derecho de entrada en caso de emergencia, el derecho de rescindir el contrato en caso de incumplimiento por parte del arrendatario y toda cláusula que pueda protegerte de los peores escenarios.

8. Considera incluir cláusulas extra
Las circunstancias en el mundo de las bienes raíces pueden ser muy variables. Dependiendo de las condiciones específicas de tu caso, puede que venga a bien incluir cláusulas adicionales en el contrato. Por ejemplo, cláusulas sobre la subarrendamiento, la prohibición de actividades ilegales en la propiedad, o la posibilidad de terminar el contrato anticipadamente en ciertas circunstancias.

9. Revisa el contrato con atención
En cuestión de contratos para renta, no existe el margen de error. Una vez redactado el documento, revísalo palabra por palabra y cifra por cifra para asegurarte de que no haya errores u omisiones. También es recomendable que tanto el arrendador como el arrendatario le eche un vistazo extra por separado y planteen cualquier pregunta o inquietud antes de firmarlo.

10. Celebra la firma del contrato
Por fin, llegó el ceremonioso momento. Una vez que ambas partes estén satisfechas con el contrato, es hora de firmarlo. Asegúrate de que todos los implicados firmen y le pongan fecha al  contrato en todas las páginas pertinentes. Además, no se te olvide proporcionar copias del contrato firmado e identificaciones a todas las partes involucradas para su referencia futura. No está de más tener un testigo con identificación para respaldar el acuerdo.


     Así que ya lo sabes, hacer un contrato de renta es un proceso sencillo que requiere mucha atención y cuidado. Recuerda que la transparencia, la comunicación y el respeto mutuo son clave para mantener una convivencia armoniosa entre arrendador y arrendatario. Y no hay mejor forma de empezar esa relación que con un contrato que complazca y proteja a ambas partes.

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