Hay un viejo dicho en el mundo empresarial que asegura los tres factores más importantes a la hora de poner un negocio son ubicación, ubicación y ubicación. Algo muy semejante podría decirse en el mundo de las bienes raíces, sin importar si se trata de una propiedad con uso comercial, industrial o habitacional.
La ubicación es uno de los factores determinantes a la hora evaluar el valor de una propiedad. Ya sea que estés buscando comprar una casa, invertir en bienes raíces o vender una propiedad, comprender cómo la ubicación afecta su valor es esencial para cualquier actor del universo inmobiliario. En este nuevo artículo, exploraremos de forma amena y a grandes rasgos las razones detrás del alto impacto que tiene la ubicación cuando queremos determinar la valía de una propiedad.
Servicios y otras comodidades
Una de las varias formas en que la ubicación puede determinar el valor de una casa, departamento u oficina es a través del acceso a servicios y comodidades. Las propiedades ubicadas cerca de escuelas de calidad, hospitales, centros comerciales, parques y transporte público suelen tener un mayor valor, pues no sólo habitamos nuestro espacio privado sino su entorno. Si además tienen oferta cultura, gastronomía diversa, vida nocturna o bosques urbanos cerca, valen todavía más. La conveniencia de tener estos servicios cerca es muy valorada por los compradores y afecta directamente el precio de una propiedad. Por contrario, las propiedades dispersas en la periferia que carecen de estas comodidades son de poco valor y a veces incluso llegan a terminar como colonias fantasma.
Seguridad en la zona
Desafortunadamente, vivimos en un país donde la violencia es historia de todos los días. En consecuencia, la seguridad del barrio o la colonia donde vivamos suele influir de forma considerable en el valor de una propiedad. Es decir, las áreas con bajos índices de delincuencia y buenos servicios de seguridad tienden a ser más atractivas para los compradores y, como resultado, tienen un mayor valor. Además, esta característica suele tener correlación con otros factores asociados a la calidad de vida en una zona determinada.
Proyección de desarrollo
La ubicación de una propiedad no sólo vale por lo que es en el presenta sino lo que se espera de su desarrollo a corto, mediano y largo plazo. En las últimas décadas se ha repetido en incontables ocasiones la historia de una zona que en su momento era poco atractiva, pero dados los procesos de desarrollo urbanístico y los movimientos poblacionales, terminan por cotizarse como zonas en demanda. Las áreas en las que se espera un crecimiento económico, la construcción de nuevas infraestructuras, la llegada de grandes empresas, el desarrollo de espacios comerciales, culturales o naturales advierten que esa zona aumentará el valor de sus propiedades. Esto se debe a la anticipación de un aumento en la demanda de viviendas y al potencial de obtener ganancias a largo plazo.
Accesibilidad y conectividad
La vida en la ciudad exige mucho y nos tiene en constante movimiento. El acceso a opciones de transporte público y la proximidad a avenidas importantes que nos conecten con los sitios que frecuentamos terminan por ser trascendentales en la valoración de una propiedad. Las propiedades ubicadas cerca de estaciones de transporte público, autopistas o aeropuertos suelen tener un mayor valor debido a la comodidad que ofrecen para desplazarse. La facilidad de acceso a lugares de trabajo, centros comerciales y otros destinos populares puede influir significativamente en el precio de una propiedad. Y es que las grandes urbes, la buena conexión y accesibilidad se traduce en la ganancia de mucho tiempo para invertir en nosotros, nuestra gente y las actividades que disfrutamos.
La vista
La ubicación también determina el paisaje, el panorama, lo que veremos cada día a través de nuestras ventanas, roof gardens y al salir a la calle. La vista es una de las razones que eleva el precio de los departamentos en pisos altos que permiten ver la ciudad como si fuera una pintura. El entorno natural y las vistas escénicas suben el precio porque mejoran la forma en que experimentamos nuestra cotidianidad. Las propiedades con vistas al mar, montañas, ríos o parques suelen ser más deseables y, por lo tanto, más valiosas. La belleza natural de un área puede aumentar el atractivo de una propiedad y atraer a compradores dispuestos a pagar un precio más alto por ese privilegio.
Demanda del mercado
La ubicación también está estrechamente relacionada con la demanda y las tendencias del mercado inmobiliario. Las áreas que son populares entre los compradores y tienen una alta demanda tienden a tener precios más altos. Por el contrario, las ubicaciones menos atractivas pueden experimentar una disminución en el valor de las propiedades. Estar al tanto de las tendencias del mercado y comprender cómo la ubicación influye en ellas es fundamental para tomar decisiones informadas al comprar o vender una propiedad.
En resumidas cuentas, la ubicación es un factor primordial a la hora de deliberar el valor de una propiedad, pues afecta directamente la conveniencia, la seguridad, el potencial de crecimiento, la conectividad, las vistas y las tendencias del mercado. Al evaluar una propiedad, sea para comprarla o para venderla, es de trascendental importancia considerar cuidadosamente todos estos aspectos y cómo se ajustan a tus necesidades y objetivos. Así que ya lo sabes: ubícate y seguro que tu inversión será un éxito.
