APRENDE A INSPECCIONAR UNA PROPIEDAD ANTES DE COMPRARLA

Toda propiedad tiene una historia oculta. En algunos casos, esa historia habla de cuidados, de mantenimiento, de remodelaciones, pero en otros pudiera tratarse de todo lo contrario. Si llegaste a este artículo es porque tal vez estás buscando adquirir tu primera casa, quizás una propiedad para inversión, puede ser que te interese una pre-venta o un lugar al que puedas llamar hogar. En cualquier caso, es crucial conocer esa historia secreta y emprender una inspección exhaustiva antes de comprometerte a una adquisición tan importante. 
    Una inspección cuidadosa puede ayudarte a identificar posibles problemas, evaluar el valor real de la propiedad y tomar decisiones informadas. En esta guía, exploraremos cómo realizar una inspección de una propiedad antes de comprar.

Investiga desde el primer momento
Cuando hagas tu primer visita o incluso antes de poner un pie en la propiedad, realiza una investigación exhaustiva. Obtén toda la información disponible sobre la historia de la propiedad, como cualquier reparación importante, remodelación o problemas estructurales anteriores. Investiga también el vecindario: tasas de criminalidad, calidad de las escuelas cercanas, servicios públicos y cualquier factor que pueda afectar el valor de la propiedad.

Busca apoyo profesional
La gente sabia sabe cuándo buscar ayuda. Apóyate en un agente inmobiliario, un ingeniero estructural, un arquitecto o un inspector. Aunque puedas tener habilidades básicas de bricolaje, es crucial contratar a un inspector profesional. Estos expertos tienen la experiencia y el conocimiento para identificar problemas que podrías pasar por alto.

Revisa atentamente el exterior
Comienza por evaluar el exterior de la propiedad. Examina el techo en busca de signos de daño, como tejas faltantes o deformidades. Observa las paredes en busca de grietas, hendiduras o cualquier otro problema estructural. Inspecciona las ventanas y puertas para asegurarte de que estén en buen estado y selladas correctamente. Si la propiedad incluye áreas exteriores como patios, balcones o jardines, asegúrate de evaluar su estado. Busca problemas como la erosión del suelo, grietas en las superficies exteriores y el estado general de las estructuras al aire libre. Asegúrate de que la fachada no sea sólo eso, una fachada que oculta materiales deficientes y descuidos.

Ojo con la infraestructura y los interiores

inspeccionar casa
La infraestructura es la columna vertebral de cualquier propiedad. Asegúrate de que la fontanería y la electricidad estén actualizadas y cumplan con los códigos locales. Abre y cierra puertas y ventanas para asegurarte de que funcionen correctamente. Revisa los suelos en busca de hundimientos o irregularidades. Atento a las grietas y humedades en el techo y en los muros, quizás estén intentando comunicarte algo.

Evalúa la cocina y los baños
La cocina y los baños son áreas muy activas en la vida cotidiana de un hogar. Pon atención al estado de los muebles de cocina, busca rastros de termitas, hormigas u otros insectos. Examina que la estufa y el horno funcionen. Revisa las tuberías en los baños en busca de fugas y asegúrate de que la presión del agua sea adecuada, o podrías encontrarte complicaciones y más gastos en un futuro cercano.

Documenta problemas y deterioros
Hazte de evidencia, pues la vas a necesitar a la hora de negociar con el vendedor. Durante la inspección, lleva un registro detallado de cualquier problema que encuentres. Si contrataste a un profesional, asegúrate de obtener informes escritos del inspector, que detallen los problemas identificados y las recomendaciones pertinentes para cada caso.

Toma una decisión inteligente
Dicen que información es poder. Una vez que hayas completado la inspección, evalúa la información recopilada y toma decisiones informadas. Si bien es normal encontrar pequeños problemas en cualquier propiedad, es crucial evaluar la magnitud de los mismos, calcular los costos que podrían implicar y contemplar cómo afectarán a corto y largo plazo la vida de la propiedad.

Recuerda que la prevención es clave, y una inspección adecuada puede ahorrarte tiempo, dinero y preocupaciones a largo plazo.


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