Llego el temido momento. Antes de llegar al otro lado, a la emoción de empezar una nueva vida en una nueva casa, en una nueva colonia, te las debes arreglar para empacar cientos de libros, decenas de macetas, toneladas de ropa y cachivaches.
La idea de mudarse a un nuevo hogar puede resultar estimulante, pero el proceso en sí mismo puede ser abrumador y estresante si no se planifica bien y si no se ejecuta con tantita maña. Desde empacar hasta transportar y desempacar, hay muchas tareas que requieren atención, organización, estrategia. Sin embargo, con unos pocos consejos prácticos, tu mudanza no sólo será eficiente y libre de estrés, sino que incluso puede resultar disfrutable y ser una buena oportunidad para poner en orden tu vida.
La planeación será tu gran aliada
El primer paso para una mudanza exitosa consiste en planear las cosas con tiempo. Tómate el rato que sea necesario para elaborar un plan detallado que incluya fechas límite para cada tarea. Haz una lista que cubra todas lo que necesitarás, desde cajas y cinta hasta la contratación de un servicio de mudanza si es necesario. Cuanto antes comiences a planificar, menos probable será que te sientas abrumado más adelante.
Llegó la hora del desapego
Una mudanza es una excelente oportunidad para viajar por el túnel de la memoria, pero también para deshacerte de cosas que ya no necesitas o quieres. Antes de empezar a empacar, dedica tiempo a hacer una limpieza en tu hogar. Dona, vende o desecha artículos que ya no uses. Esto te ayudará a reducir la cantidad de cosas que necesitas empacar y te hará más fácil el proceso de desembalaje en tu nuevo hogar.
Organiza la empacada
Cuando llegue el momento de empacar, asegúrate de hacerlo de manera organizada. Empieza por los artículos que usas con menos frecuencia y deja los elementos esenciales para el final. Creenos, no quieres ponerte a buscar tu cepillo de dientes entre decenas de cajas con tiliches. También recomendamos utilizar cajas de diferentes tamaños, etiquetar claramente su contenido y la habitación a la que pertenecen. Esto facilitará el proceso de desempaque y te ayudará a mantener la organización en tu nuevo hogar. Ten por seguro que tu yo del futuro te lo agradecerá.
Protege tus pertenencias
Uno también se encariña con sus cosas, así que asegúrate de proteger tus pertenencias durante el traslado. Tal vez convenga separar algunos objetos frágiles y de valor para llevarlos en tu propio carro. Utiliza materiales de embalaje adecuados, como papel de burbujas y mantas, para envolver artículos frágiles y asegúrate de que estén colocados de forma estable en las cajas. Por si fuera poco, esto te ayudará a dirigir a los transportistas hacia las habitaciones correctas en tu nuevo hogar y facilitará el proceso de desempaque. Y ya que andamos en esas, no está de más considerar un seguro de mudanza para proteger tus pertenencias en caso de que ocurra algún daño durante el traslado.
Organiza los servicios de mudanza con anticipación
Si decides contratar un servicio de mudanza, como sería recomendable para cualquiera que pueda pagarlo, asegúrate de organizarlo con suficiente anticipación. Investiga varias empresas y solicita presupuestos para encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. No está de más ver reseñas y evaluaciones en internet. Confirma la fecha y hora de la mudanza con la empresa elegida y proporciona cualquier información adicional que necesiten para garantizar un traslado seguro y sin mayores percances.
Prepara un kit de supervivencia
Este subtítulo haría pensar que estamos hablando de un escenario de desastre natural, pero no es así, aunque por momentos pudiera parecerlo. Antes de empacar todas tus pertenencias, asegúrate de preparar un kit de supervivencia con elementos esenciales que necesitarás durante el día de la mudanza y los primeros días en tu nuevo hogar. Esto puede incluir artículos como productos de limpieza, utensilios de cocina básicos, ropa de cama, medicamentos, comida y artículos de higiene personal. Mantén este kit a mano para que puedas acceder fácilmente a él cuando lo necesites.
Haz un uso eficiente del espacio
Probablemente este paso quede en manos de los profesionales, pero no está de más que estés atento a ello. A la hora de cargar el camión de mudanzas, aprovecha al máximo el espacio disponible. Empieza por los artículos más grandes y pesados en la parte trasera del camión y luego coloca las cajas más pequeñas y livianas encima. Asegúrate de asegurar correctamente todas las cargas para evitar que se muevan durante el transporte.
Mantén la calma, se flexible
En un país como México nunca se sabe qué puede pasar. Y como ya sabemos, no es tan raro que la gente que ofrece servicios se impuntual. Por lo tanto, recuerda mantener la calma y la flexibilidad durante todo el proceso de mudanza. Es probable que surjan imprevistos y contratiempos, pero es importante mantener una actitud positiva y adaptarse a las circunstancias. Si te encuentras abrumado, tómate un descanso y recuerda que todo saldrá bien al final.