Vivimos en una época revolucionaria. La tecnología en el sector salud, bélico, industrial, telecomunicaciones, entre otras, se presenta de forma acelerada a nivel global, por lo que es más fácil cuestionarse sobre lo que el futuro traerá, pero con frecuencia olvidamos lo que el pasado ha dejado en cada ámbito de la vida, a través del legado de la historia.
Y es que el valor de la historia no se remonta a memorizar fechas significativas, o la existencia de productos desarrollados, sino en cuestionar al porqué y al cómo se afrontan los acontecimientos vividos en determinado tiempo.
Ilustración 1. Espacio adaptado para atender a los enfermos durante la gripe española de 1918. Fuente: CDC, 2018.
El mundo está experimentando una pandemia, ante la rápida propagación del virus SARS-CoV-2, mejor conocido por el nombre de la enfermedad que provoca: coronavirus o COVID-19. Sin embargo, no es la primera pandemia que enfrenta la humanidad. En 1918 se presentó la gripe española, en la que “se estima que alrededor de 500 millones de personas, o un tercio de la población mundial, se infectaron con este virus, y el número de muertes en todo el mundo se estimó en al menos 50 millones” (CDC, 2018). No obstante, han existido otras epidemias y pandemias como la viruela, el sarampión, el ébola, entre otras, así como la reciente influenza A H1N1/09, la cual nos dio indicios de la vulnerabilidad del ser humano.
A pesar de las experiencias del pasado, muchas lecciones siguen sin ser aplicadas y poco se vislumbra que el vínculo de la humanidad va más allá de las fronteras políticas y de la conexión digital. Ahora el vínculo es directo, porque es fácil trasladarse de un punto a otro de la Tierra con gran velocidad, misma con la que se propagó el virus por todo el mundo, a falta de medidas pertinentes (Ilustración 2, 3 y 4), en donde: “las zonas urbanas son la zona cero de la pandemia del COVID-19, con un 90 % de los casos comunicados. Las ciudades están sufriendo las peores consecuencias de la crisis, muchas de ellas con sistemas de salud sobrecargados, servicios de agua y saneamiento inadecuados y otros problemas” (ONU, 2020).
Ilustración 2. Propagación del COVID-19 en el mundo hasta el 12 de agosto de 2020. Fuente: Organización Mundial de la Salud, 2020.
Ilustración 3. Muertes en el mundo a causa del COVID-19 hasta el 12 de agosto de 2020. Fuente: Organización Mundial de la Salud, 2020.
Ilustración 4. Casos positivos de COVID-19 por país, territorio o área hasta el 12 de agosto de 2020. Fuente: Organización Mundial de la Salud, 2020.
La falta de conocimiento lleva a cuestionar todo lo que actualmente se vive; ¿el uso del cubrebocas funciona?, ¿los actuales protocolos sanitarios son eficaces?, ¿las medidas de higiene son suficientes?, ¿la cuarentena funciona? La respuesta a éstas y otras preguntas depende del conocimiento asertivo de cada persona, y sin lugar a duda, varias respuestas están en la historia, misma que por sus aportaciones debería ser revalorizada.
