DPVA = (C + H + E) * A
¿Qué significa esto? La respuesta es muy sencilla, pero debe analizarse con la cautela y el propósito adecuado para conseguir integrarlo de forma consciente a nivel personal y hacerlo vida.
El Diferenciador Personal de Valor Agregado (DPVA) es aquello que te hace brillar o destacar de forma individual; podríamos decir que es parte de tu esencia y hoy en día, dicho en términos “marketeros”, forma parte de tu marca personal.
El DPVA es el resultado de los conocimientos que posee un individuo, desde los académicos, sociales y culturales, hasta las propias conjeturas denominadas criterio personal; todo esto se suma a las habilidades o destrezas que le ayudan a obtener un resultado específico. Además, a este conjunto habría que añadir la experiencia que nos otorga la edad, así como los fracasos y aprendizajes propios de realizar una actividad en concreto.
Dicho lo anterior, podríamos pensar en más de un personaje e incluso en nosotros mismos, como un individuo capaz de enfrentar cualquier situación que se presente. Sin embargo, es aquí donde entra en juego la última y más importante variable: la actitud. Este concepto reúne cualidades como la disposición, pasión, entrega, compromiso, amabilidad y alegría con la que se realiza cualquier actividad. La actitud nos habla mucho del DPVA que posee una persona: es lo que hace la diferencia.
Por más conocimientos, habilidades y experiencia que tenga una persona, si carece de buena actitud, verá comprometido su desarrollo personal en todos los ámbitos. Por eso es importante trabajar nuestra actitud de forma constante y ante cualquier circunstancia. La actitud tiene un efecto polarizado que catapulta el DPVA; o te ubica en el polo negativo del rechazo, de la segregación social, o por el contrario, en el polo positivo de la aceptación incondicional. El polo donde te ubiquen solo depende de ti, ¿qué es lo que quieres?
Mi recomendación es que analices dónde te encuentras, hagas consciencia sobre eso y trabajes en un plan de mejora. No olvides que el conocimiento, la habilidad y la experiencia suman, pero la actitud MULTIPLICA.
